En la casa de La del sobrenombre extraño (35), Como las que tienen pétalos y espinas (21) y ella toman mate.
La del sobrenombre extraño: Mari, ¿te acordás de esa vez que fuimos a visitarlos a tu casa con los nenes? Yo me quedé con la sensación... No sé... Yo sentí que vos le tenías miedo a él, como si te pegara.
Como las que tienen pétalos y espinas: (no dice nada, pero mira a su hermana como si recién acabara de descubrir algo, como si de pronto le vinieran los recuerdos que tanto había negado para poder seguir)
La del sobrenombre extraño: No dije nada porque pensé que no podía ser... Yo me acuerdo que vos hacías todo sin estar relajada, como si no quisieras disgustarlo por nada. Por ahí era porque lo tenías muy idealizado, pero siempre me quedó eso, esa sensación de "¿Y si es así?"